Son reflejos de lo que queremos o al menos de lo que creemos querer y generalmente nos despertamos alegres. Generalmente se debe prestarles atención y disfrutarlos sin analizarlos, pero a veces son una clave para llenar huecos vacios.
Si reflexionamos un poco y observamos el fondo qeu se oculta tras el "deseo", a menudo descubrimos algunos deseos más profundos que dicen mucho sobre aquello que nos falta emocional y espiritualmente, y que es lo que estamos buscando.
Cuanto más tiempo pase entre la fase REM y el despertar, más difícil será recordar lo que has experimentado mientras dormias.
El primer paso en la disciplina de recordar tus sueños es pedirle a Dios, y a tu espíritu guía si lo prefieres, que te ayuden. Una de mis oraciones favoritas es:
Queridisimo Dios.El día ha concluido, un día como otros tantos y muchos más que viviré en tu bendita gracia y luz.A medida que tu manto de oscuridad cae, permite que la paz llegue a mi corazón y que la desesperación sea sustituida por el júbilo de saber que he completado otro día a tu servicio.Invoco a los benditos ángeles para que me emparen y me proporcionen un dueño tranquilo y sueños bendecidos que pueda recordar cuando me despierte, de los que pueda aprender y crecer con la sabiduría perenne del espíritu cierto qeu tú has infundido en mí cuando me creaste.Amen.
Sylvia Browne.
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