domingo, 17 de junio de 2018

George Ivanovitch GURDJIEFF


Gurdjieff proyectaba una enseñanza especial de la atención... el poder transformador es su marca divina... "No es exagerado decir que Gurdjieff empredió la tarea de enseñar a sus alumnos cómo secretar sustancia divina"

Dos leyes marcan las enseñanzas de Gurdjieff:

  1. La Ley de Tres (Triamazikmno): gobierna la casualidad de cada fenómeno aislado. Sol, Tierra y Luna.
  2. La Ley de Siete: gobierna la trayectoria de todo proceso o serie de fenómenos. Los 7 planetas.



LEY DEL TRES

Tres fuerzas:
  • Afirmación - activa
  • Negación - pasiva
  • Reconciliación - neutralizante 
Lo que está arriba se une con lo que está abajo con el fin de realizar por esta unión lo que es mediano.

El esperma se une con el óvulo para crear el embrión (o en otros casos se inhibe el impulso sexual dando lugar a "sublimación" o complejo").

La tercera fuerza no es la resultante sino el árbitro, el agente catalizador que produce la resultante. Ejemplos:
  • La harina y el agua se transforma en pan sólo cuando pasa x el fuego.
  • El demandante y el defensor sólo resuelven su caso a través del juez.
  • Núcleo y electrones constituyen un átomo sólo dentro de un campo electromagnético.
La tercera fuerza o fuerza reconciliadora es para Gurdjieff lo que el Espíritu Santo para el cristianismo, lo que el tiempo para los darwinistas y lo que la historia para los marxistas: con ella todo se hace posible.

Todo evento se entrelaza en un proceso que en si mismo está sujeto a al ley de Siete.


LEY DEL SIETE

La Ley del Siete (LS) no es fácil de comprender o resumir. Aparentemente se acerca a esto:
Todo proceso sin excepción debe tener siete fases separadas: analizándolas como una serie ascendente o descendiente de siete notas o tonos, la frecuencia de vibraciones debe desarrollarse de manera irregular con dos desviaciones posibles (justo en el sitio en que hay semitonos faltantes entre Mi-Fa y Si-Do en la moderna escala mayor Mi-Re-Do-Si-La-Sol-Fa-Mi).
La ausencia de líneas rectas en la naturaleza, la acostumbrada disminución del esfuerzo humano, la manera en que las empresas desvían sus objetivos originales, la obscena transformación del Sermón de la Montaña en la Inquisición; todos estos fenómenos surgen de las dos desviaciones inevitables inherentes a la Ley del Siete. De manera excepcional -agrega Gurdjieff, un proceso u octava puede perfectamente mantener su curso original pero sólo cuando (por accidente o designio) se producen determinados "choques", perfectamente pertinentes, en los intervalos Mi-Fa y Si-Do.

El ejemplo más estupendo y desafiante que Gurdjieff pone de la Ley del Siete es el "Rayo de la Creación". En esta octava descendente fundamental, Do es Dios o el Absoluto, Si es el universo, La es nuestra constelación, Sol es nuestro Sol, Fa es los planetas del Sol, Mi es la Tierra y Re es la Luna. Esta aparente descodificación de un solfeo cosmológico (DOminus el Señor, SIdera las estrellas, LActea la vía láctea, el sistema SOLar y llega hasta REgina Coelis, la Luna o Reina del Cielo) puede ser un fascinante entretenimiento histórico. Pero el Rayo de Creación es más satisfactorio en un enfoque filosófico, como modelo del universo que se acerca en todo lo humanamente posible a reconciliar lo irreconciliable: involución y evolución, determinismo y libre albedrío, entropía positiva y negativa, sufrimiento y bondad Divina.

Pero, ¿cómo funciona el Rayo en relación a la discontinuidad de las vibraciones? ¡Sin sospecharlo, nos encontramos frente a la pregunta existencial acerca de la humanidad!

La brecha entre Do y Si (el Megalocosmos) se llena de manera magistral por la voluntad del Absoluto; ¡Fiat!, y la octava desciende sin obstáculos hasta Fa, nuestro sistema planetario. Dada la lejanía, aquí la potencia de Dios está tan atenuada que su intervención directa para promover la nota Mi es imposible: "Para poder cubrir este <<intervalo>>... se crea un aparato especial que recibe y transmite influencias provenientes de los planetas. Este aparato es la vida orgánica sobre la tierra.

Con este concepto extraordinario de un transformador orgánico global o filtro de rayos cósmicos, Gurdjieff presenta la respuesta -duramente obtenida- a su ardiente pregunta por el "preciso significado del proceso general de la vida en la tierra de las criaturas de toda las formas exteriores existentes".

Muy pocos geoquímicos se molestarían actualmente en discutir semejante definición de la "biosfera", pero esta versión era extraordinariamente original en su época... Su visión fulmina todos nuestros sueños humanistas. El orgullosos y bello aparato de la vida orgánica jamás existió por propio derecho ni para propio beneficio sino para el ajeno e insospechado provecho del sistema planetario.

Nuestro particular Rayo de Creación es sólo uno de los infinitos rayos creativos...Nuestro pequeño planeta y nosotros mismos somos centrales y especialmente importantes. Si bien en la práctica amaba y respetaba al planeta, lo describía como una fuente de "afligente vergüenza" para ese "pobre sistema (solar)"; una especie peculiar de "monstruo desequilibrado" insignificante y despreciable, situado en la Siberia del universo, casi fuera del alcance de las emanaciones inmediatas de nuestro "Muy Grande y Muy Santo Sol Absoluto".

Con la noción de que la tierra está desequilibrada hemos llegado finalmente al mito de la caída del hombre... En un determinado momento ("a consecuencia de los cálculos erroneos de cierto individuo Sagrado", un enorme cometa errante llamado Kondur embistió violentamente la tierra -que todavía era un planeta inhabitado- creando así un "hedor atronador" y precipitando dos fragmentos separados de la tierra, la Luna y Anulios, a la órbita elíptica geocéntrica. Este nacimiento antinatural y fuera de tiempo de la Luna amenazó con serias consecuencias y escándalos a todo el sistema solar de modo que el Muy Grande Arcángel Sakaki fue inmediatamente enviado por nuestro Padre Común para buscar una solución a la situación.

Sakaki concluyó que la Luna y Anulios podrían evolucionar normalmente sólo si recibían de manera constante ciertas cantidades de la "sagrada vibración <<Askokin>>". Debido a que esta delicada vibración o sustancia llamada Askokin se libera fundamentalmente por la muerte de organismos vivientes, Sakaki generó en la Tierra, a partir de emanaciones del Sol, seres mortales de diversas formas y tamaños. Entonces, estas pequeñas criaturas comenzaron a respirar, alimentarse, excretar y procrear sobre la superficie del planeta; y al morir, sus restos físicos eran digeridos por el planeta pero la sustancia Askokin pasaba -por una especie de cordón unbilical- a alimentar a la Luna.

Transcurrieron eones. Finalmente surgió entre las especies un auténtico Tetartocosmos: un ser triple, poseedor de pensamiento, sensación y sentimiento. Un ser en el cual la Ley del Tres se manifestaba de manera intrínseca: el primer hombre. Esta nueva especie no sólo prometía realizar una excelente contribución a la economía de la sustancia Askokin, sino que tenía también la capacidad de desarrollarse hasta el grado de la "Razón Objetiva". Durante las sucesivas generaciones, hombres y mujeres se fueron acercando a una comprensión objetiva de su verdadera situación, la "de ser esclavos de circunstancias totalmente extrañas a ellos mismos". ¡Pero atención! Si estos subalternos llegaban a comprender la total irrelevancia de todos sus esfuerzos y sufrimientos personales. ¿no se sentirían inclinados al suicidio en masa? Sakaki sospechó esto con temor. Y si así sucediera, ¿no se alteraría de manera peligrosa el flujo de Askokin hacia la Luna? Sakaki temió que así fuera... y de su sombrío análisis, que lo llevó a idear una solución de emergencia, surgió la terrible calamidad: "el órgano Kundabuffer".

Este órgano maléfico, implantado intencionalmente en la base de la espina dorsal, obliga al género humano a percibir la realidad cabeza abajo, es decir al revés, y a experimentar una indiscriminada gratificación ante cualquier repetición de estímulos. Así se detuvo instantaneamente el progreso del hombre hacia la comprensión objetiva. El hombre se hallaba bajo los efectos del opio: andaba en estado de sueño hipnótico, como en un sueño despierto. Su sugestionabilidad se hizo total. Su energía se sometió de manera fatal al egoísmo, el amor propio, la vanidad y el orgullo. Tal como lo pensó Sakaki, el hombre servía ciegamente a la Luna; condenando irónicamente a creerse el monarca de todo lo que lo rodeaba.

La creación general de esta granja-fábrica de Askokin y la especial corrupción del hombre no presuponían mala voluntad o intencionada malicia. En el plano de la imperiosa necesidad de crecimiento de la Luna a fin de que pudiera completar la nota Re del Rayo de la Creación, la vida orgánica, incluyendo al hombre, simplemente era sacrificada. "Esa pálida traidora, La Luna, causa de todos nuestros pesares", en su afan de absorver la vitalidad de nuestra vida orgánica por pura necesidad de crecimiento, era cosmológicamente inocente. Sakaki mismo no pretendió hacer un daño: en efecto, en cuanto la crisis lunar se estabilizó y el órgano Kundabuffer se tornó innecesario, rápidamente fue retirado del hombre.

Pero la compulsión orgánica de ver la realidad al revés prosiguió...un ser que a través de trabajos conscientes y sufrimientos intencionales podía lentamente perfeccionarse hasta el nivel de la Razón Objetiva y llegar a la inmortalidad reintegrándose en la fuente, el Muy Sagrado Sol Absoluto. Pero... Si bien la compulsión lunática había desaparecido, la propensión se había cristalizado...todos los intentos y esfuerzos del hombre se hallaban aún al servicio del Kundabuffer. Ese era , y todavía es, el "Horror de la Situación".

Gurgjieff presenta en su "teatro de la historia" una lucha entre las fuerzas de la luz y la oscuridad. Entre "las consecuencias del órgano Kundabuffer" y las influencias conscientes encarnadas en Moises, Buda, Cristo, Mahoma y otros mensajeros de nuestro Padre Común.

...Un sabio  de Atlántida, estudia la Ley del Tres y una técnica especial para liberar Askokin antes de la muerte física, a través de "trabajos conscientes y sufrimientos intencionales". Se producen entonces grandes mejoras -tanto en relación a estos innovadores y sus discípulos como para toda la humanidad y para la Luna-...un desequilibrio de la Tierra debido a un cambio en su centro de gravedad hace desaparecer la Atlantida y las mejoras.

...Judas Iscariote es canonizado como santo práctico que se ofrece a sí mismo en sacrificio, el "discípulo devoto, amado por Jesús", su favorito...Las grandes matanzas de las trincheras en la Primera Guerra Mundial fueron resultado de la finalización de los sacrificios de animales producidos siglos antes. O que la Luna estaba muy hambrienta, ¡y volverá a estarlo!...

...justo en el momento en el que los nubarrones son más oscuros, nuestro Padre común nos envía mensajeros de Luz. El mensaje resuena con el alentador poder de las trompetas: el órgano Kundabuffer ha desaparecido para siempre. Si bien el hombre todavía no puede escapar del destino de alimentar la Luna, es el único entre las criaturas terrestres que también puede servir al Sol y alcanzar de este modo su posible inmortalidad.

..."No hay progreso...Sólo la forma exterior cambia. La esencia no cambia...La cicilización moderna está basada en la violencia, la esclavitud y las frases bellas. En efecto, las consecuencias del órgano Kundabuffer serán erradicadas por una acción espiritual o no lo serán.

Todas las utopías, ligas de naciones, tratados de paz, conferencias de desarme, alianzas y negociaciones de poder; todas las soluciones políticas en el nivel horizontal, no eran otra cosa que el irónico embellecimiento de la implacable necesidad que tiene la Luna de Askokin.

El quid de la cuestión reside en que la única opción del ser humano está en el ámbito de la gran ecología. Si un hombre vive pasiva y reactivamente, sólo su muerte y posterior caìda en el olvido suministrará Askokin para la Luna. Pero si trabaja con persistencia en busca de la conciencia (con una orientación productiva), puede crear y liberar Askokin durante su vida y, al mismo tiempo, dos sustancias complementarias que pueden contribuir a la elaboración en él de una alma que sobrevive a la muerte. La elección es en efecto clara: comer o ser comido.

La visión de Gurdjieff es esperanzadora en el ámbito del vasto cosmos, pero sombría en la escala limitada del género humano.

Un niño nace todo esencia...Pero la esencia es rápidamente recubierta por la personalidad, que es la sustancia de otras personas hecha carne en uno. Si bien la esencia es singular, la personalidad es legión... Tenemos una personalidad para los subalternos, otra para los superiores, otra con nuestra madre... y cada una es un rey por una hora...Una realiza promesas que otra debe cumplir... Y alguna personalidad desesperanzada hasta puede sugerir una sobredosis o saltar al abismo destruyendo involuntariamente el hábitat de todas las demás

A los ojos de Gurdjieff, el hombre es esencialmente una máquina impersonal: un mecanismo extraordinariamente complejo de estímulo-respuesta que "ingiere impresiones y excreta conductas"; un aparato totalmente desprovisto de conocimiento de sí y de iniciativa independiente; un simple transformador cósmico usado por la "Gran Naturaleza" para separar lo sutil de lo grosero y transportar cada sustancia a su esfera correspondiente.


Fuente: Gurdjieff, anatomía de un mito. James Moore

Que "casualidad" que Emilio Carrillo nos diga que, al igual que el sistema solar, nuestra constitución es septenaria (tenemos siete cuerpos)

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