jueves, 3 de julio de 2014

La magia de la psicomagia

 "Un psicomago debe tratar a su consultante con ternura y compasión, sin nunca criticarlo y, desprendiéndose del interés hacia sí mismo, escucharlo con todo su ser. A esta actitud la llamo 'ir por el camino de la bondad'. Su tono de voz debe ser delicada, tal como se habla a un niño sensible. También sus gestos deben carecer por completo de brusquedad… Sin embargo, a veces, en lugar de extenderse analizando el árbol genealógico del consultante, lo que puede durar algunas horas, al ver que el consultante está encerrado en la cárcel de su ego, con el intelecto transformado en cáscara defensiva, el psicomago puede proponerle un acto desmesurado que, metafóricamente, sería como darle un martillazo a una nuez. El consultante puede sentirse incapaz de realizar lo que le proponen, quizás no lo hará nunca, sin embargo el acto se grabará en su memoria y al cabo de cierto tiempo producirá un cambio benéfico"

Alejandro Jodorowsky.

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